63
Rev Estomatol Herediana. 2021 Ene-Mar;31(1):60-65
ARTÍCULO ORIGINAL / ORIGINAL ARTICLE
Lévano-Loayza S. y col.
Caracterización imagenológica del quiste residual maxilar:
Reporte de caso y revisión de la literatura
La frecuencia del QR varía de acuerdo a la
población que sea afectada por esta entidad. En
estudios previos se han reportado diversas frecuencias
del QR que uctúan entre 1.4% y 13.7% (6-11). En
Latinoamérica las estadísticas son diferentes. Los
estudios realizados en México reportaron 2.3% (12)
y 6.1% (13), en Chile reportaron 13% (14) y 0.9%
(15), en Brasil se reportó 4.26% (16) y en Perú 2.4%
de frecuencia del QR (17).
En el presente reporte se estudia el caso de un
paciente varón de 59 años de edad con antecedente
de extracción de pieza dentaria en dicha zona. Por
lo que las variables demográcas como el sexo y la
edad del paciente están dentro de lo informado por
otros autores a nivel latinoamericano. Con respecto
a la edad existe variación entre los casos reportados
a nivel mundial, estos rangos uctúan entre la tercera
y octava década de vida (6-11,14-16) que son edades
en las que comienza la pérdida de piezas dentarias por
múltiples causas (18). Por otro lado, en los estudios
realizados en México y en Perú, son las mujeres las
más afectadas con esta lesión (12,13,17).
Radiográcamente se presenta como una imagen
radiolúcida bien denida en zona edéntula, con cortical
na o gruesa, que puede estar o no relacionada con el
tejido alveolar de un diente extraído (19) o adyacente
al reborde alveolar presentando una imagen o patrón
en “copa de coñac” esto suele indicar la presencia
de una lesión intraósea que se extiende a los tejidos
blandos (20). Sin embargo, se han reportado casos
de quistes residuales de larga data con presencia de
calcicaciones intrínsecas, siendo una característica
rara. Ademes suele afectar con mayor frecuencia
a la maxila que la mandíbula (3,19). Al tratarse
de una imagen única, redondeada u ovalada con
presencia de cortical, el QR suele confundirse con
un Ameloblastoma Uniquístico, en estadio inicial,
Queratoquiste Odontogénico o un Quiste Óseo
Simple (21). Cabe recordar que todas estas entidades
pueden expandir discretamente las tablas óseas como
el QR, pero es la anamnesis la que orienta hacia el
diagnóstico correcto (19).
Las técnicas radiográcas convencionales podrían
ser idóneas y sucientes para establecer conclusiones
imagenológicas de quistes odontogénicos sobre todo
cuando se localizan en la premaxila. Sin embargo, la
evaluación clínica y la planicación quirúrgica hacen
necesaria la evaluación tridimensional de la lesión
por la proximidad con estructuras anatómicas de
importancia (22). El uso de la TCHC es preferente al
de la Tomografía Espiral Multicorte (TEM) a pesar
de la posibilidad de la aplicación de sustancias de
contraste endovenoso, por la baja dosis de radiación
que recibe el paciente, pero sobretodo, por el vóxel
isotrópico que posee la TCHC que permite que
las mediciones sean idénticas a las que tiene el
paciente; sin embargo, la medida del vóxel no es
una justicación contundente ya que la TEM puede
modicar su vóxel a isotrópico, muchas veces esto
no es necesario ya que con su vóxel anisotrópico las
diferencias no son estadísticamente signicativas.
(19,23,24).
La TEM tiene como ventaja sobre la TCHC la
medición de las unidades Hounseld (UH) el cual
brinda el valor numérico de la densidad encontrada
en el interior de la lesión (19). No obstante, la TCHC
poseen herramientas que hacen posible la medición
objetiva de la densidad y el cálculo del promedio de
gris del vóxel de tejidos como el esmalte dentario,
dentina, tejido pulpar, nervio dentario inferior,
nervio nasopalatino, entre otros. Estos valores son
aproximados y no pueden ser expresados como los
UH (24,25). Las medidas obtenidas por los diversos
equipos de TCHC no son uniformes. Esta limitación
se debe a las deciencias del panel detector y al efecto
del endurecimiento del haz o beam hardening, que
hacen posible el fenómeno conocido como cupping
por el cual los niveles de gris dieren en el centro
comparados con los de la periferia (26).
Se han reportado casos en los que el aumento de la
densidad intralesional o incluso la presencia de zonas
de calcicación se debe a la cronicidad y a la presencia
de sobre infección por otros agentes patógenos
(24,27). Dado que se trata de una TCHC no se puede
cuanticar este aumento de densidad en UH, además
los valores de la escala de grises de un software no
se pueden transpolar ni generalizar a otros softwares.
Con respecto a la erosión de la tabla ósea vestibular
visualizada en el presente caso, se ha encontrado que
la mayoría de los quistes odontogénicos en la maxila
generan discontinuidad de las tablas óseas (28).
Otro aspecto poco conocido y difundido de los QR
es que se han reportado carcinomas odontogénicos
que pueden desarrollarse por transformación maligna