285Rev Med Hered. 2020; 31:285-286
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CARTA AL EDITOR / LETTER
1
Facultad de Medicina Alberto Hurtado, Universidad Peruana Cayetano Heredia. Lima, Perú.
a
Estudiante.
Enfoque práctico para medir anemia
dilucional
Practical approach to measure dilutional anemia
Señor Editor:
En la práctica clínica habitual se administra
grandes volúmenes de uidos intravenosos a los
pacientes como parte del manejo de trauma, cirugía
o reposición de volumen, práctica que está asociada a
una condición denominada hemodilución iatrogénica
(HI). La HI se dene como el aumento del volumen
plasmático causado por cualquier intervención médica,
usualmente por la administración de cristaloides (1).
La importancia de la HI radica en que predispone
al paciente a anemia dilucional, ya que el aumento del
volumen plasmático sin un incremento proporcional
de la masa de glóbulos rojos produce una reducción
paradójica del transporte de oxígeno, incremento
del riesgo de sangrado por coagulopatía dilucional y
reducción de la temperatura corporal (2,3). Asimismo,
se sabe que la respuesta siológica adaptativa a la HI se
produce 15 a 20 minutos después de la administración,
por el efecto de distribución; bajo esta premisa es
recomendado no administrar algún tipo de tratamiento
(4,5).
Para la evitar un escenario en el que se administre
tratamientos a un paciente con anemia dilucional
deberíamos considerar la siguiente pregunta: ¿Existe
alguna manera de saber si un paciente tiene anemia
dilucional por HI?
La respuesta es armativa, ya que en un estudio de
reciente publicación (6), se propuso un enfoque para
medir la anemia dilucional en 4 simples pasos.
Se inicia con el cálculo del volumen sanguíneo
total pre infusión, una forma simple es la estimación
de 65 ml/kg de peso para mujeres y 75 ml/kg para
varones. Segundo, calcular la cantidad de hemoglobina
corporal total (HCT) multiplicando la concentración
de hemoglobina en g/dl por el volumen sanguíneo
total inicial. El tercer paso es calcular el volumen
sanguíneo nal post-infusión, para esto se debe
considerar que por cada litro de solución salina normal
aproximadamente un cuarto del volumen permanece
en el cuerpo, mientras que para la solución de dextrosa
al 5% (D5W) permanece únicamente una duodécima
parte. Por último, se calcula la concentración esperada
de hemoglobina post-infusión dividiendo el valor de
HCT entre el volumen sanguíneo post-infusión.
Aplicar este enfoque en las situaciones necesarias
podrá ayudar a discernir la caída en la concentración de
hemoglobina por administración de uidos o por una
etiología diferente y evitar tratamientos iatrogénicos.
Finalmente, se recomienda que en la práctica
clínica habitual se consideren los conceptos de HI
por administración de uidos intravenosos y anemia
dilucional, y sean cuanticados de formas simples, ya
que no existen guías de práctica clínica para el manejo
de tales escenarios. Los hospitales públicos y privados
deben considerar este problema en sus directrices de
práctica clínica.
Harold André Guerrero-Martínez
1,a
, Fresia
Cicibel Casas-Bueno
1,a
, Alonzo Rojas-Barahona
1,a
, Joel Gonzales-Mendieta
1,a
, Felix Cuti-Simon
1,a
Rev Med Hered. 2020; 31:285-286
DOI: https://doi.org/10.20453/rmh.v31i4.3864/